En el marco de la última reunión de la AR III de la OMM, se acordó que Argentina encabezará la construcción de un satélite que permitirá el relevamiento de datos para la adaptación y mitigación del cambio climático, así como también la prevención y el monitoreo de sequías.
El proyecto de diseño, desarrollo y operación de un satélite geoestacionario meteorológico regional fue presentado durante la última reunión de la Asociación Regional III (América del Sur) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que tuvo lugar en Cartagena de Indias, Colombia. Se concretaría de este modo el objetivo de contar con mayor información y datos relevantes para la adaptación y mitigación del cambio climático para la región sudamericana, así como la detección y alerta temprana de fenómenos meteorológicos severos, entre ellos las sequías.
En la actualidad, Sudamérica enfrenta diversos tipos de eventos meteorológicos y climáticos extremos, que afectan las posibilidades productivas y la seguridad de las poblaciones. A través de iniciativas como esta se busca contar con datos propios que permitan –en el caso de las sequías– contribuir a la preparación, planificación y reducción de sus impactos negativos.
La AR III definió la necesidad de la realización de estudios y evaluaciones a través de instrumentos de financiamiento que ofrezcan respuestas específicas a los requerimientos locales, en el marco del fortalecimiento de las capacidades observacionales de la región. Es así como el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina –junto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de dicho país– presentó la propuesta durante la reunión que contó con la participación de la Vicepresidenta Primera de la OMM Celeste Saulo; la Presidenta para Sudamérica de la OMM RIII, Yolanda Gonzalez; el Director de la Oficina Regional para la Américas Julián Báez Benítez; y directores y técnicos de los servicios meteorológicos e hidrológicos de Ecuador, Paraguay, Uruguay, Chile Guyana, Perú, Ecuador, Venezuela y Argentina.
El Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, Raúl Kulichevsky, dio a conocer la propuesta de implementación del proyecto, apoyado por la Directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) argentino, Celeste Saulo. Según se consignó en la reunión, la propuesta argentina es la de cooperar para lograr un desarrollo conjunto del satélite mencionado, que no sólo atienda las necesidades de información meteorológica sino que también contribuya al desarrollo industrial y tecnológico de los países.
Al respecto, Saulo señaló: “Estas son las primeras acciones concretas para poner en marcha el estudio de factibilidad para contar con un satélite meteorológico regional propio, tal como estableció la AR III”. La Vicepresidenta Primera de la OMM detalló que “los actores fundamentales en este diseño y desarrollo son las agencias espaciales. Todos los países las poseen y algo a destacar es que los usuarios de esta información -los servicios meteorológicos y los servicios hidrológicos- estaremos desde el principio involucrados en la concepción y la planificación”. A su vez, la OMM también participará “ya que existe una constelación de satélites cuya información se distribuye entre todos los países del mundo, y es importante que un satélite nuevo ofrezca alternativas y estrategias complementarias a las que existen para reforzar las capacidades de monitoreo de los sistemas de tiempo que transcurren y afectan a la región”.
Y concluyó: “Al ser un satélite meteorológico pensado, diseñado y desarrollado en Latinoamérica tendrá la agenda de trabajo y las prioridades que la región entienda que son más importantes. Sin dudas, esta es una oportunidad para el trabajo colaborativo y para establecer una agenda de trabajo conjunta en lo relativo a las problemáticas del tiempo y el clima en la región”.
La primera etapa comprenderá estudios de prospección sobre la viabilidad técnica y presupuestaria para el desarrollo del satélite y será financiada por el Ministerio de Ciencia de Argentina. A futuro, se constituirán grupos de trabajo a fin de consensuar líneas de acción que permitan consolidar el proyecto.