La sequía, que impacta negativamente en la calidad de vida de la población y en sectores significativos de la economía boliviana, es considerada como uno de los desastres más importantes que sufre el país en la actualidad. Bolivia forma parte de la cuenca del Plata, una región afectada por el episodio de sequía iniciado en 2019 y que continúa hasta hoy, encontrándose entre los peores registrados en el sudeste de Sudamérica desde la década de 1950.

 

La sequía resulta una amenaza climática de gran relevancia, que afecta la economía tanto de las personas como del país en su conjunto, con consecuencias negativas actuales y a futuro en las condiciones de vida de su población. El SISSA calculó que el número de personas que vivían en un territorio expuesto potencialmente a algún nivel de riesgo de sequía en el país (bajo, medio o alto), tomando como base los segundos diez días de septiembre de 2021, eran más de 2 millones de habitantes, un 23% del total del país (Naumann y otros, 2022, p. 33).
Las áreas de mayor afectación generalmente son el Altiplano (departamentos de Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz), los valles interandinos de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija y los departamentos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca en la región del Chaco (VIDECI, 2012; p. 26); es decir, 7 de los 9 departamento que forman parte de Bolivia.

 

 

Para conocer más, descargue el policy brief  Consolidando un plan nacional para enfrentar la sequía en Bolivia.