Desde la Dirección de Meteorología e Hidrología de ese país -integrante del Proyecto SISSA- esperan que la influencia del fenómeno se establezca como tal a partir del trimestre septiembre, octubre, noviembre aproximadamente. Mientras tanto, los sectores agrícola y de navegación fluvial están a la espera de la bonanza de las lluvias.

 

Si bien los índices elaborados por la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH) de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de Paraguay (DINAC) de Paraguay muestran en el país todavía valores asociados a una sequía meteorológica, los medios de comunicación locales no dejan de hablar de la llegada de El Niño como un hecho instalado. Y es que los anuncios oficiales -realizados a nivel mundial a principios de julio- encendieron tanto alarmas como luces de esperanza para los múltiples sectores que se han visto afectados por la sequía en territorio paraguayo durante los últimos tres años.

“La confusión básicamente era producto de lo que se hablaba a nivel global -y se difundió a nivel masivo- de que las condiciones de El Niño estaban presentes en el Océano Pacífico tropical, lo cual no implica que ya tengamos una influencia del fenómeno de El Niño declarada en Paraguay. Para que eso ocurra debe pasar cierta cantidad de tiempo establecido en criterios de los centros de investigación. Fue por ello que la dirección de Meteorología e Hidrología emitió un par de informes, y Max y yo dimos muchas entrevistas a los medios de comunicación locales para difundir mejor la situación en la que realmente se encuentra en este momento el denominado ENSO, el Niño Oscilación del Sur”, comenta Carlos Roberto Salinas, Gerente de Climatología de la DMH.

“Hoy tenemos claro de que se espera que la influencia de El Niño se establezca como tal a partir del trimestre septiembre, octubre, noviembre aproximadamente ya que es lo que los pronósticos están mostrando con alta probabilidad”, remarca Salinas.

Alejandro Max Pastén es Gerente de Pronósticos Hidrológicos de la DMH y refuerza la postura de Salinas: “Impactos de El Niño aún no tenemos. El Niño tiene una respuesta en la atmósfera un poco más lenta, entonces recién empezaríamos a sentir algún efecto a partir de octubre o quizás más adelante, que es normalmente cuando en nuestro país se acentúan las lluvias y pueden registrarse crecidas importantes en algunas localidades”.

 

Reunión Grupo de Trabajo Monitoreo y Pronóstico

Las reservas de agua de los tajamares. Foto: Santi Carneri, Diálogo Chino.

Consultados acerca de si este episodio de El Niño será la oportunidad para revertir la sequía de los últimos tres años, Salinas advierte: “Estamos en principio en una transición hacia lo que probablemente sea una normalización de la precipitaciones como consecuencia de un acoplamiento de una transición natural hacia el período de lluvias, pero el estado de sequía meteorológica en la que estamos aún no se ha superado. Los últimos balances que he realizado trimestralmente y he utilizado para las presentaciones en distintos foros muestran que tenemos aún un déficit de precipitación a escala trimestral muy marcado en todo el territorio nacional”.

El Gerente de Climatología de la DMH afirma que ya está empezando a llover “pero no en todo el país. Algunos sectores como el sur sureste han registrado lluvias en el orden los 100 o 120 milímetros en los últimos días, y se espera que puedan normalizarse las precipitaciones. Pero de la sequía aún no salimos, aunque hay señales en algunos sectores de que se puede ir superando a medida que pasen los meses”.

Esperando las lluvias

“Creo que el sector que más espera que llegue la influencia de El Niño es el de transporte fluvial”, evalúa Pastén. Además, el experto de la DMH ha recibido consultas por parte de poblaciones que están viviendo a la orilla del río “y están muy preocupadas por el tema de El Niño y sus impactos. Durante las sequías la población invade el río y ese es un problema porque luego viene el río a reclamar su lecho y obviamente van a resultar afectados”. Y continúa: “Nosotros tenemos en Asunción un sistema de alerta que a partir de 4,5 metros se activa. Hoy con ese nivel de río ya tenemos muchísimas familias inundadas, lo que marca un cambio y muestra el fenómeno social de ir ocupando el lecho del río que seco, cuestión que fue favorecida por estos tres años de sequía importante que redujeron los niveles al mínimo”.

En cuanto al sector agrícola, Salinas relata que la DMH “trabaja directamente con la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, a quienes operativamente mes a mes les preparamos un informe. Ahora están buscando extender las predicciones a un período mayor a los tres meses que normalmente les proveemos, justamente para medir el impacto que pudiera tener la lluvia en el sector”. Salinas remarca que la llegada de las precipitaciones para los productores agrícolas “es una bonanza, ellos están pendientes de la lluvia pero es positiva hasta cierto punto. Y ese punto de quiebre es donde se genera un debate con los usuarios del Ministerio de Agricultura, porque la preocupación son las lluvias intensas y las posibles inundaciones”.

 

SISSA Reunión

Vacas cerca de Loma Plata. Foto: Santi Carneri, Diálogo Chino.
 

En lo que hace a la preparación, “desde la parte hidrológica ya se está elaborando un plan de contingencia, pero hay otros sectores como el agropecuario que están con mucha cautela con respecto a cuál va a ser el plan a seguir en base al fenómeno”, acota Pastén. En ese sentido, algunos productores, “tienen muchos problemas con el impacto de El Niño porque las lluvias suelen ser muy intensas y les ocasionan daños en los cultivos. En cambio con La Niña, si bien les falta agua, a veces solucionan con riego el tema y pueden producir de manera más controlada, si bien tienen un mayor costo”.

En cuanto al aumento de los ríos que traería el fenómeno de El Niño, Pastén explica que el nivel o caudal típico del río Paraguay “tiende a disminuir en los meses de verano, y es máximo en el invierno, esto debido al efecto del Pantanal que acumula agua durante la época de lluvia que se inicia en octubre y va hasta marzo, pero el río puede tener aumentos de corta duración cuando ocurren precipitaciones a lo largo de su cuenca en territorio paraguayo”. Es así que durante el fenómeno de El Niño “el impacto se ve al año siguiente, cuando el Pantanal libera más agua de lo debido, pero durante el evento si las precipitaciones son importantes a lo largo de su cuenca pueden ocurrir crecidas de corto periodo, esto es lo que puede ocurrir desde octubre de este año. Igualmente, hay que considerar que el nivel del río se encuentra por debajo de lo normal y lo mismo ocurre en el Pantanal”, considera el especialista de la DMH.

“En Paraguay, la influencia de El Niño afecta en mayor magnitud a los ríos Paraguay y Paraná, que son los ríos más importantes, ya que ambos juegan un rol muy importante en la economía del país”, continúa Pastén, y amplía recordando que la diferencia entre ambos reside en que el Paraná “es controlado por las diversas represas que se encuentran a lo largo de toda su trayectoria, mientras que el río Paraguay es natural y quizás allí los efectos de El Niño pueden causar un mayor impacto”.

Desde la DMH esperan también que el Pantanal vuelva a tener influencia sobre el río Paraguay: “Al igual que toda la región sufrió una sequía muy importante en los últimos tres años por impacto de La Niña, y actualmente no está regulando el comportamiento del río Paraguay. Esperamos que el fenómeno de El Niño traiga las lluvias suficientes para que el Pantanal se recupere”, concluye Pastén. 

 

El Pantanal paraguayo. Foto: Mario Luis Assine, UNESP.

 

Acerca del SISSA

El Centro Regional del Clima para el sur de América del Sur (CRC-SAS), a través de su Proyecto SISSA (Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica), tiene como objetivos contribuir a reducir los considerables impactos económicos, sociales y ambientales de la sequía sobre la producción agropecuaria, generación hidroeléctrica, y navegación fluvial en el sur de Sudamérica, junto con mejoras en: (i) las capacidades institucionales regionales, (ii) la planificación y preparación, y (iii) la gobernanza de la gestión de riesgos.

A través de mapas y visualizaciones útiles para monitorear el estado actual e histórico de la sequía, la información que suministra es de vital importancia para anticipar los impactos esperables en sectores económicos y comunidades. Además, el SISSA fomenta la planificación y preparación anterior al evento de sequía, de manera de mitigar sus daños, aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad.

En la iniciativa participan servicios y direcciones de meteorología, agencias gubernamentales, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y el sector privado de los seis países miembros del CRC-SAS: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El intercambio de experiencias y capacidades resulta un componente clave destinado a enriquecer y fortalecer las acciones que se llevan a cabo tanto a nivel país como en toda la región sur de Sudamérica.

 

Sobre EUROCLIMA

EUROCLIMA es un programa financiado por la Unión Europea y cofinanciado por el gobierno federal de Alemania a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), así como por los gobiernos de Francia y España. Su objetivo es reducir el impacto del cambio climático y sus efectos en 18 países de América Latina y el Caribe promoviendo la mitigación y adaptación al cambio climático, la resiliencia y la inversión.

El Programa se implementa bajo el trabajo sinérgico de siete agencias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Expertise France (EF), Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.

Acerca del sector Reducción y gestión del riesgo de desastres: sequías e inundaciones

A través del componente Gestión del Riesgo del programa EUROCLIMA+ se implementan un total de siete proyectos. Las acciones financiadas bajo este componente buscan contribuir a la gestión del riesgo de desastres, específicamente en el caso de sequías e inundaciones, tomando como referencia el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y los compromisos adoptados por los países en su lucha contra el cambio climático. Los proyectos financiados a través de este componente están orientados a la gobernanza, planificación y desarrollo de marcos regulatorios; a la información, comunicación y alerta temprana; y a la inversión en resiliencia ante los efectos adversos provocados por inundaciones y sequías.

Para más información sobre cada proyecto visite este link: https://www.euroclima.org/index.php/es/riesgo

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