Con el objetivo fomentar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la nueva publicación del Reporte Global sobre la Reducción del Riesgos de Desastres (GAR, por sus siglas en inglés), mapea a nivel global casos de éxito e ilustra las necesidades existentes de los países en lo que hace a la preparación y respuesta ante el riesgo de desastres.

 

Elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés), se dio a conocer la versión 2023 del Reporte Global sobre la Reducción del Riesgos de Desastres (GAR). En esta oportunidad, el informe presenta un nuevo análisis que mapea peligros y desastres como la sequía y el aumento del nivel del mar -que muestran un aumento dramático en los últimos años- con impactos en cadena en áreas tales como la seguridad alimentaria, el empleo y la educación a nivel mundial. Esta edición, explora la gestión de riesgo informada como una estrategia para el desarrollo sostenible, en un contexto mundial de creciente complejidad e interconección. Entre las principales conclusiones destaca la conexión entre los riesgos y cómo los escenarios de aumento de las temperaturas medias globales pueden ser transformados en oportunidades para construir resiliencia.

Se apunta también a la necesidad de dar apoyo a quienes elaboran las políticas públicas y tienen poder de decisión a nivel político en los países, para profundizar en la información y el manejo conjunto de las amenazas resultantes de la crisis climática y otros peligros. También remarca que el desarrollo de la resiliencia debe ser central para la formulación de una agenda post-2030 más informada sobre los riesgos.

El GAR informa que solo el 50% de los países cuentan a la fecha con sistemas de alerta temprana operativos. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el número de desastres registrados se ha quintuplicado en los últimos 50 años, impulsado en parte por el cambio climático inducido por el hombre, “y esta tendencia se está acelerando”, señala la publicación. Esto “pone en peligro los avances económicos y de desarrollo logrados con mucho esfuerzo, siendo el calentamiento global el principal contribuyente”.

En el prólogo, Mami Mizutori, Representante Especial del Secretario General de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres, asegura que “es imposible para los países en desarrollo lograr el desarrollo sostenible si constantemente se están recuperando de los desastres. En estos años estamos experimentado el cambio climático acelerado y opciones poco sostenibles de desarrollo, que han llevado a una desigualdad creciente e incremento de la pobreza, que aumenta los impactos ante cada nuevo desastre. Todo esto retrasa el progreso hacia el desarrollo sostenible”.

 

Reunión Grupo de Trabajo Monitoreo y Pronóstico

 

El reporte se divide en tres secciones dedicadas a las personas, el planeta y la prosperidad económica. Allí se presentan una serie de mapas que ilustran 10 déficits de resiliencia, y demuestran por qué la sostenibilidad requiere mantener un equilibrio entre los sistemas clave: lo social (personas), lo ecológico (planeta) y la economía equitativa (prosperidad), para lograr un desarrollo sostenible resiliente. “Reconocer la interdependencia de estos sistemas reducirá el progreso de uno a expensas del otro, y creará oportunidades de sinergia para mejorar el bienestar de los tres. Los ejemplos de casos que acompañan a cada mapa muestran que esa acción para reducir la resiliencia y así acelerar el desarrollo sostenible es posible, pero debe ampliarse con urgencia”, señala el reporte.

Sequía, inseguridad alimentaria y estrés hídrico

De acuerdo a datos relevados por la OMM a nivel mundial, la sequía es considerada como uno de los peligros más letales, principalmente porque aumenta la inseguridad alimentaria y trae consigo una sucesión de impactos altamente dañinos. Los incidentes de sequía se han duplicado en los últimos 40 años y su alcance geográfico se ha ampliado. Entre los muchos efectos no deseados, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) informa que debido a la creciente cantidad de sequías “se están revirtiendo los avances en seguridad alimentaria y reducción de la pobreza”.

“La sequía es al mismo tiempo un síntoma y una causa del estrés hídrico. Si bien se produce cuando hay períodos anormalmente largos de escasas precipitaciones, el impacto en los medios de vida, la agricultura y la ganadería se observan cuando ya no hay suficiente agua para satisfacer la demanda”, indica el informe. La Organización Mundial de la Salud advierte que la sequía amplifica el estrés hídrico, mientras que la falta de agua en el suelo agrava las sequías meteorológicas a su vez en algunas regiones. En este escenario, el cambio climático antropogénico contribuye a exacerbar este problema, ya que las temperaturas más altas y la menor humedad hacen que las sequías aumenten en ocurrencia y gravedad.

Por otra parte, la FAO señala que entre 2014 y 2020, la prevalencia de la inseguridad alimentaria de moderada a grave aumentó de un 22% hasta el 30%, con los mayores aumentos registrados en el África subsahariana, y el sur de Asia y América Latina. El mapa debajo ilustra cómo -en un escenario de aumento de 1,5ºC de la temperatura media global- la sequía, junto con los conflictos y la pandemia de COVID-19, contribuyó a un aumento récord de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda. En 2022 se alcanzó un nuevo récord, con 345 millones de personas en esta condición en todo el mundo.

 

SISSA Reunión

 

El informe revela también que bajo un escenario de aumento de 2ºC de la temperatura media global, 103 países tendrán una mayor frecuencia de sequías en al menos el 85% de su territorio. “Actuar ahora para aumentar la resiliencia ante la sequía y los riesgos para la seguridad alimentaria puede detener esta espiral negativa y aceleraría el logro de múltiples Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), incluidos el 1 (fin de la pobreza), 2 (hambre cero), 3 (salud y bienestar) y 10 (reducción de las desigualdades)”, consigna el GAR.

 

 

Qué hacer para fomentar la resiliencia y el desarrollo a nivel mundial de sistemas de alerta temprana

El GAR recomienda a los países y las comunidades “la creación de sistemas que puedan prevenir o gestionar mejor los riesgos”. Esto puede incluir medidas como invertir en infraestructura resiliente que pueda resistir los impactos de los desastres, mejorar los sistemas de alerta temprana para reducir las pérdidas y aumentar las oportunidades económicas y sociales que puedan reducir la vulnerabilidad social subyacente a las amenazas. “Esta capacidad de resistir el riesgo y recuperarse de los desastres, de una manera transformadora y positiva, es la raíz de la resiliencia”, concluye el reporte.

Fomentar la resiliencia requiere que los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil comprendan mejor que cada decisión para promover el bienestar social (las personas), el bienestar ecológico o de la biosfera (planeta) y el bienestar económico (prosperidad) interactúan para construir o socavar la resiliencia. “Reconocer la interdependencia de estos sistemas reducirá el progreso de uno a expensas del otro y creará oportunidades de sinergia para mejorar los tres”, explica el reporte.

En cuanto a los sistemas de alerta temprana, en el mapa más abajo se aprecia la prevalencia de personas afectadas por desastres y los países que actualmente cuentan con sistemas de alerta temprana operativos. Unas 62 millones de personas que son afectadas directamente por desastres en las últimas dos décadas viven en países sin sistemas de alerta temprana operativos. Esto significa que, sin una mayor inversión en el fomento de la resiliencia mediante la ampliación de la cobertura de los sistemas de alerta temprana, más habitantes de los países en desarrollo serán vulnerables a las amenazas a medida que continúe el crecimiento demográfico.

 

 

Algunas lecciones clave que deja el GAR 2023:

  • Se estima que se perderán 80 millones de empleos a tiempo completo si el mundo supera el umbral de 1,5°C de nivel de calentamiento global, empujando a un número cada vez mayor de personas a la pobreza.
  • Invertir antes en resiliencia y adaptación puede evitar los costos de los impactos de las amenazas y salvar vidas y recursos. Reemplazar cultivos, infraestructuras y redes eléctricas destruidas cuesta más que prevenir desastres.
  • Se puede fortalecer la resiliencia para resistir y responder a las crisis. Esto incluye inversiones en sistemas de alerta temprana que triplican los beneficios en contextos vulnerables, por su probada capacidad para reducir los daños.
  • Para desarrollar la resiliencia será necesario un aumento sin precedentes de la inversión en adaptación tanto del sector público como del privado, en particular para los países más vulnerables.

Descarga una copia del informe completo (en inglés) aquí https://www.undrr.org/media/88718

 

Acerca del SISSA

El Centro Regional del Clima para el sur de América del Sur (CRC-SAS), a través de su Proyecto SISSA (Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica), tiene como objetivos contribuir a reducir los considerables impactos económicos, sociales y ambientales de la sequía sobre la producción agropecuaria, generación hidroeléctrica, y navegación fluvial en el sur de Sudamérica, junto con mejoras en: (i) las capacidades institucionales regionales, (ii) la planificación y preparación, y (iii) la gobernanza de la gestión de riesgos.

A través de mapas y visualizaciones útiles para monitorear el estado actual e histórico de la sequía, la información que suministra es de vital importancia para anticipar los impactos esperables en sectores económicos y comunidades. Además, el SISSA fomenta la planificación y preparación anterior al evento de sequía, de manera de mitigar sus daños, aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad.

En la iniciativa participan servicios y direcciones de meteorología, agencias gubernamentales, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y el sector privado de los seis países miembros del CRC-SAS: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El intercambio de experiencias y capacidades resulta un componente clave destinado a enriquecer y fortalecer las acciones que se llevan a cabo tanto a nivel país como en toda la región sur de Sudamérica.

 

Sobre EUROCLIMA

EUROCLIMA es un programa financiado por la Unión Europea y cofinanciado por el gobierno federal de Alemania a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), así como por los gobiernos de Francia y España. Su objetivo es reducir el impacto del cambio climático y sus efectos en 18 países de América Latina y el Caribe promoviendo la mitigación y adaptación al cambio climático, la resiliencia y la inversión.

El Programa se implementa bajo el trabajo sinérgico de siete agencias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Expertise France (EF), Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.

Acerca del sector Reducción y gestión del riesgo de desastres: sequías e inundaciones

A través del componente Gestión del Riesgo del programa EUROCLIMA+ se implementan un total de siete proyectos. Las acciones financiadas bajo este componente buscan contribuir a la gestión del riesgo de desastres, específicamente en el caso de sequías e inundaciones, tomando como referencia el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y los compromisos adoptados por los países en su lucha contra el cambio climático. Los proyectos financiados a través de este componente están orientados a la gobernanza, planificación y desarrollo de marcos regulatorios; a la información, comunicación y alerta temprana; y a la inversión en resiliencia ante los efectos adversos provocados por inundaciones y sequías.

Para más información sobre cada proyecto visite este link: https://www.euroclima.org/index.php/es/riesgo

Contactos

Para más información sobre Gestión y reducción del riesgo de desastre: sequías e inundaciones, escriba al correo: gestiondelriesgo@euroclimaplus.org