El proyecto SISSA presentó los resultados preliminares de su metodología para el análisis probabilístico del riesgo de sequía en Uruguay durante el II Seminario de Gestión del Riesgo Agropecuario, que se llevó a cabo los días 16 y 17 de septiembre de 2021. El trabajo se tituló «Cuantificación de los impactos de sequías sobre el cultivo de soja en Uruguay».

Para analizar el impacto que puede tener una sequía es necesario saber cómo responde el sistema expuesto, por ejemplo un cultivo, para poder anticiparse y tomar decisiones con antelación. Conocer esta sensibilidad es el primer paso para el diseño de estrategias de manejo del riesgo.

En el caso de los cultivos de soja, el SISSA ha desarrollado una herramienta para caracterizar la asociación entre la intensidad de los eventos secos y su momento de ocurrencia con las variaciones en los rendimientos del cultivo, lo que permite comprender la vulnerabilidad del cultivo. 

La herramienta se desarrolló y puso a prueba de forma experimental junto con técnicos de la Estación Experimental del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) en La Estanzuela (Uruguay). Se decidió comenzar con el cultivo de soja dada su relevancia tanto para el país como para la región El objetivo del estudio es la cuantificación de los impactos de distintos tipos de sequía sobre este cultivo.

La metodología está basada en dos herramientas desarrolladas por el SISSA. Por un lado, un generador estocástico de series meteorológicas que permite multiplicar la cantidad de eventos secos para La Estanzuela . Estas series sintéticas alimentaron un modelo de simulación de cultivos (CROPGRO) que simula el crecimiento y desarrollo del cultivo de soja. Una ventaja importante de los modelos es que permiten manejar las condiciones en las que crece el cultivo. En este sentido, se realizaron en paralelo dos tipos de simulaciones de rendimiento: una regada (es decir, sin estrés hídrico) y otra sin riego o en condiciones de secano (con estrés hídrico). Se midió luego la diferencia entre los resultados de ambas simulaciones para estimar la brecha de rendimiento causada por el impacto de la sequía.

¿Para qué medir el impacto de riesgo de una sequía?

Contar con los datos para cuantificar la sensibilidad de un cultivo a la sequía permite contribuir al desarrollo de sistemas de alerta temprana y a mecanismos de transferencia de riesgo. Dos de los resultados del análisis probabilístico son la definición de umbrales de daño por sequía y la determinación de gatillos para sistemas de alerta. 

En el caso de la prueba experimental en Uruguay, se exploró la asociación entre sequías de distintos tipos (breves vs. extendidas, intensas vs. leves) y los rendimientos de soja en el oeste del país. En Uruguay se ha realizado la prueba piloto más avanzada, sin embargo, la metodología se está ajustando también en el resto de los países que componen el SISSA (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Chile). Además, la metodología es fácilmente aplicable a otros cultivos. De hecho, en Chile se está aplicando en el cultivo de trigo. Los resultados ayudarán a los Estados en el diseño de políticas para enfrentar las sequías al cuantificar la magnitud y recurrencia de impactos sobre el rendimiento del principal cultivo de renta local. 

Si bien la prueba piloto se realizó en una sola localidad, la metodología puede espacializarse para toda una región productora, como es el oeste del litoral uruguayo. Esto permite cuantificar los impactos a nivel regional ayudando a los distintos actores de la cadena de valor de soja a tomar decisiones para anticiparse a las externalidades derivadas de la sequía. 

«Somos un grupo de profesionales trabajando en equipo. La herramienta es diseñada y desarrollada por el SISSA junto a colegas de otras instituciones» señaló el ingeniero Alessio Bocco. «Está experiencia permite fortalecer la colaboración entre instituciones de la región que trabajan para preparar a los tomadores de decisión y a la población en general para enfrentar la sequía. Es importante porque generalmente las instituciones son consideradas solo informantes, pero en este caso se trata de una creación conjunta. Eso genera mejores productos, y se aumentan las posibilidades de que sea usado en otros territorios».

Contar con el aporte de expertos locales que están en territorio, permite que los resultados sean los adecuados para cada país, garantizando su capacidad de uso . La experiencia piloto de Uruguay reunió a científicos de INIA, SNIA (Sistema Nacional de Información Agropecuaria) y UdelaR.